BUENAS PRÁCTICAS PARA UN AMBIENTE LABORAL SALUDABLE

El ambiente laboral lo construimos entre todos/as. Para ello es importante:

 

  • Practicar la cortesía: saludar, corresponder al saludo, despedirse, agradecer, pedir permiso.
  • Mantener el orden en el espacio propio y de las demás personas.
  • Colaborar con quienes necesiten ayuda en el desarrollo de sus tareas.
  • Tratar a las personas como te gustaría ser tratado/a.
  • Ser respetuosos/as al expresar y recibir diferentes opiniones, realizar correcciones y/o indicaciones en las tareas.
  • Para colaborar con un ambiente saludable también se propone consensuar la ventilación, música, calefacción, entre otros.
  • Mantener una comunicación clara y directa, de una forma comprensible para quien recibe el mensaje.
  • No promover la comunicación informal (ej: rumor) que contribuye a la desinformación y malos entendidos.
  • Evitar comentarios discriminatorios: por ejemplo sobre el cuerpo ajeno, sexistas, religiosos, racistas, entre otros.

 

“Una broma deja de ser graciosa cuando hiere la susceptibilidad de una persona”