Como parte de la celebración de una década desde la apertura de la primera Oficina de Violencia Doméstica de Santa Cruz, el equipo realizó una actividad con la comunidad que terminó con una pintada colectiva.
“Vivir una vida libre de violencia se logra entre todxs, colectivamente, en comunidad”, expresó la titular de la Oficina de Género del Tribunal Superior de Justicia, Sabrina Granero, que además coordina las dos Oficinas de Violencia Doméstica que existen en el distrito.
La OVD de la capital de Santa Cruz fue inaugurada el siete de marzo del año 2013, cuatro años después del convenio de Cooperación celebrado entre el TSJ y la Corte Suprema de Justicia de la nación (2009). Durante este tiempo, los equipos abordaron más de once mil casos.
En este sentido, bajo la premisa de vincular el organismo que aborda la problemática de la violencia doméstica y la comunidad, en vísperas del Día Internacional de la Mujer, se realizó una jornada de divulgación y propuestas lúdicas para incentivar la participación ciudadana.
La apertura del encuentro realizado en pleno centro de la ciudad, gracias al acompañamiento y respaldo de la Municipalidad, estuvo a cargo del coro de la UTN, dirigido por Romina Vacca y conformado íntegramente por voces femeninas. También se realizaron juegos y se pintó el mural “Manos que no Duelen” que luego será colocado en la OVD, como símbolo de los primeros diez años en la comunidad riogalleguense.
También se entregó folletería relativa a las funciones que cumplen cada una de las instituciones que trabajan en la temática y se respondieron consultas espontáneas de quienes participaron.
Estuvieron presentes las vocalas del Tribunal Superior, Alicia de los Ángeles Mercau y Reneé Fernández, además del secretario de Superintendencia, Matias Neil, las ministras de Desarrollo, Belén García y de Igualdad e Integración, Agostina Mora, junto a sus equipos, la responsable del área de Género del Municipio, Delfina Brizuela, autoridades de las fuerzas de seguridad, de la Legislatura en la figura de la prosecretaria, Alejandra Retamozo, y profesionales de organismos de Derechos Humanos, terapéuticos y juntas vecinales.
